miércoles, 30 de diciembre de 2015

En tus ojos nació el relámpago de la espera. Tú eras junio y yo diciembre y en la risa de tu infancia descubrí el desandar de tu estatura siempreviva a los ojos del deseo.

Nada cambió en tu mirada, ni la breve brisa de tu aliento nublando mis sentidos, ni la línea indefinida de tu cuerpo henchido a los ardores de mis manos.

Todo era oscuro antes de ti. Nunca hubo en mis razones una forma más humana de lo bello ni cruzó por mi garganta la húmeda certeza de tu efluvio que corrompe mi lengua trasnochada.

De tu mirada nace la lluvia que hoy trastoca mi fauna salvaje, mientras espero que broten tus anhelos.


martes, 29 de diciembre de 2015

Vladimir Santiago es un hombre plenamente feliz. Cuando lo dice, sus ojos le brillan y su lápiz se detiene ante el papel montado en el caballete de su taller, en el que el cuerpo de una bella mujer se dibuja en sus más sugerentes formas en busca de un cuadro erótico.

Y es feliz porque su vida transcurre apacible, aun en medio de lo convulso que resulta el arte plástico, pues pinta lo que le gusta y reflexiona y hace reflexionar sobre el hombre en su modo genérico, la belleza de las mujeres, el cuidado del medio ambiente, siempre sobre ideas que puede haber trabajado desde hace muchos años.

Para él, la vida de los hombres parece estar signada desde su nacimiento, y el tiempo como categoría siempre está presente en la historia de la humanidad, que sigue con su curso mientras los hombres quedan, pero es importante dejar la huella para que recuerden el paso por la vida.

Vladimir es un caricaturista por naturaleza, apegado al tiempo que le ha tocado vivir siempre anda en busca del humor reflexivo, que marque la vida del espectador, mientras que el paisaje siempre surge en su obra en un momento o en otro, con el pensamiento puesto en la acción destructiva del propio hombre, consciente o no.

Como filosofía, Vladimir pinta un bello paisaje para que las personas reflexionen acerca de lo malo de perder el verdor de la naturaleza, y aunque huye un poco de la figura humana, ella siempre está en su mente para erigirse siempre sobre todo lo demás.

Pintor postmodernista o hiperrealista, figurativo, Vladimir sabe sacar el máximo de sus fotografías creadas con la mano, para al final perdurar entre su público que lo sigue en sus propuestas, porque él es uno de los artistas de la plástica que marcan el tiempo en Las Tunas, parabién de la cultura. 



domingo, 27 de diciembre de 2015

Los turistas disfrutan de la tranquilidad ciudadana en cualquier ciudad de Cuba.
Cada día me enorgullezco más de ser cubano y de vivir en Cuba.

Cuando veo todo lo convulso que ha sido el 2015 en cuanto a matanzas en tiempo de paz, atentados terroristas y personas baleadas sin justificación, Cuba emerge como el país más tranquilo del mundo, donde un crimen es un hecho aislado.

Ahora mismo, cuando el 2015 está a punto de concluir, los estadounidenses se sienten angustiados por las matanzas y los ataques terroristas, y la inmensa mayoría de quienes viven en el gran país del norte creen que este año fue peor para ellos y para el  mundo que el 2014, según una encuesta de la Associated Press-Times Square Alliance.

Según el diario dominicano Hoy, «los estadounidenses dicen que los sucesos más importantes de 2015 fueron una serie de masacres como las de San Bernardino, California y París, además de las atrocidades cometidas por el grupo Estado Islámico.

Señala el periódico que «el 57 por ciento de los encuestados dijeron que este año fue peor para el mundo que el anterior, comparado con el 38 por ciento de las personas a las que se formuló la misma pregunta el año anterior.

Con respecto al propio Estados Unidos, el 37 por ciento cree que este año fue peor y el 44 por ciento dice que no hubo mucha diferencia.

Verdaderamente este fue un año sangriento para los Estados Unidos, por las matanzas de San Bernardino, Charleston, South Carolina; Roseburg, Oregon y Chattanooga, Tennessee, hechos que agudizó el miedo al terrorismo interno en ese país.

La ciudad Luz, a la cual visité en 2001, era emblemática por entonces por la tranquilidad de sus calles y lugares, con madrugadas apacibles y días alegres, colmados de nacionales y turistas de todo el mundo. Sin embargo, el pasado 13 de noviembre París se convirtió en un escenario del terror. Al menos 130 personas murieron y unas 352 resultaron heridas (99 críticas), en varios ataques simultáneos contra locales de recreo como la sala de conciertos Bataclan, restaurantes y el estadio de fútbol de Saint Denis. El Estado Islámico fue protagonista de esos hechos horripilantes, en una apacible jornada de viernes, en lo que constituye la segunda mayor masacre de Europa, solo superada por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

Todo esto sin contar los múltiples crímenes y masacres en otras partes del mundo.

Por todo ello Cuba sigue siendo el paradigma de la seguridad ciudadana, la hospitalidad, de lo cual son testigos no solo la inmensa mayoría de los cubanos, también los más de tres millones de turistas que hasta noviembre visitaron la Isla y recorrieron las calles de la nación, con la tranquilidad tras sus pies.






sábado, 26 de diciembre de 2015

Esta foto me llegó por correo de parte de Silvio Antonio González Leyva, uno de los más emblemáticos cardiólogos de la provincia de Las Tunas que ahora mismo anda reparando corazones en tierras de África.
Tony, como le llamamos los amigos, siempre anda a la caza de las cosas curiosas de esta vida, y le agradezco infinitamente esta imagen que muestra el ingenio y el sentido del humor del cubano, al crear un árbol de navidad con plátano burro, una especie de vianda muy difundida en la Isla.
Es un mensaje reenviado cuyo destinatario asegura que la imagen se la envió su jefa de brigada, como una curiosidad que muestra el talento del cubano.
«No basta buscar en y solo en las shoping, para encontrar un árbol de navidad solo bastan el ingenio y el talento de un cubano donde quiera que se encuentre. Por eso me atrevo a llamarlo: Árbol de navidad cubano y de estación. ¡Feliz navidad!», me dice Tony en su mensaje.
Y yo me complazco al compartirlo con mis usuarios, para que vean cuán curiosos y talentosos somos los cubanos.

jueves, 24 de diciembre de 2015

La Mariposa es la Flor Nacional de Cuba. Fue seleccionada el 13 de octubre de 1936 y como tal fue enviada al Jardín de la Paz, creado en Argentina.

Fue esta una flor muy asociada a la lucha por la independencia de Cuba que comenzó el 10 de octubre de 1868, y ese fue el argumento fundamental para declararla como Flor Nacional.

Cuentan que las mujeres mambisas la llevaban en el pecho o los cabellos como símbolo de rebeldía, además de redondear la belleza femenina. Y cuentan también que entre sus pétalos los rebeldes cubanos ocultaban mensajes de guerra.

Es esta una flor de origen asiático, pero en la actualidad solo puede en las márgenes de los ríos, arroyos y lagunas de Cuba, y es tanta su belleza y lozanía que hay que admirarla sin remedio.

Por ello, la Mariposa está junto a los emblemas no solo del pueblo de Cuba, sino de América toda, y encarna la expresión de soberanía, independencia, libertad y dignidad.

Junto a la Bandera, el Escudo y el Himno nacionales, está la Flor Nacional de Cuba, cual expresión de alegría y optimismo del pueblo de esta Isla.


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Doctor James P. Guzek, de Pensilvania. /Foto: Ahmed Velázquez.
Es una novedad hablar de Kpando. De sus olvidadas casas y callejuelas de tierra roja, de sus gentes empeñadas en buscar el sustento diario, lo que muchas veces resulta infructuoso.

De Kpando se ha hablado muy raras veces en muchos años. El solo hecho de estar en un punto tan alejado en la Región del Volta, en la extensa geografía de Ghana, en el África subsahariana, lo ha hecho más inaccesible para aquellos que no saben que existe, incluso en tierras cercanas.

Sin embargo, en los años 1999-2000, Kpando cambió y despertó interés para su población natal y las comunidades vecinas, por la labor de médicos cubanos y norteamericanos en el hospital católico Margaret Marquart.

El centro asistencial se levanta a un costado del poblado. Es una construcción modesta, se distingue de las del resto del país por ser más asequible para la gente pobre, y por la característica, única en Ghana, de la labor conjunta de los especialistas de la Isla y Estados Unidos.

En el hospital de Kpando primaba el respeto y la admiración mutua entre los médicos de los dos países. Más de dos años  trabajando juntos en aras de la salud del sufrido pueblo ghanés es una muestra elocuente de cuánto ha hecho este equipo en el noble empeño de preservar la vida de la población nativa.

Aun cuando el Gobierno de los Estados Unidos se empeña en su diferendo con Cuba, los médicos de ambos grupos no tuvieron en cuenta la política del Imperio, se relacionaban como verdaderos profesionales, y los resultados fueron halagüeños en los principales indicadores de salud.

Jennifer Thoene es una joven profesional de California, que pertenece a la Mision Doctors Asociation y se desempeñaba como directora del Margaret Marquart. Ella estaba encantada por tener a los médicos cubanos allí, porque sin ellos no hubiesen logrado todo cuanto se hizo. Se sentía  realmente impresionada con su profesionalidad y entrega al trabajo.

Aunque no estaban en el hospital, se encontraban de guardia las 24 horas en sus casas, y en cualquier momento que se les iba a buscar, llegaban con una disposición sin igual; con una conciencia increíble”, decía.

Jennifer confesaba que antes de estar en Ghana no tenía referencia de la medicina cubana por las barreras existentes. «Todo lo que se dice en mi país sobre Cuba está tergiversado y de lo bueno que se hace allá no se habla nada. Pero ahora que he tenido la posibilidad de trabajar con un grupo de médicos cubanos te aseguro que están muy bien entrenados, y le pido al Gobierno de Cuba que siempre envíen ms profesionales para nuestro hospital».

Para el doctor James P. Guzek, de Pensilvania, la oftalmología es pasión. Su trabajo en este hospital desde 1998 le permitió laborar con varios médicos cubanos, primero desde su posición de director del centro asistencial, después como especialista.

James disfrutaba trabajar con los cubanos, que son muy profesionales y talentosos. En lo personal los une una gran amistad, y desde el punto de vista de la labor diaria, constituyen una fuerza insustituible. Cree que sin ellos el centro no funcionaría bien.

«Y no solo este grupo, porque el anterior también dio muestras de un trabajo envidiable en todos los sentidos. Además de buenos profesionales son excelentes personas».

Peter Meade es el único de los norteamericanos que habla español, por el  hecho de haber trabajado durante mucho tiempo en misiones con mexicanos. Cirujano de Los Ángeles, integra la Organización católica Mision Doctor, Médicos sin fronteras y Compañeros de Los Ángeles.

«Ha sido un buen entrenamiento trabajar con los médicos cubanos. Hay cosas que ellos no saben y otras que yo no sé, y entonces intercambiamos experiencias y conocimientos, lo que constituye una buena oportunidad para aprender cosas juntos.

«Desde el punto de vista personal esta experiencia me ha servido de mucho, porque los profesionales cubanos que he conocido en mi país son personas que reniegan del Gobierno de la Isla, por lo que yo solo veía un lado del asunto; pero ahora veo ambos lados y las cosas no son como yo creía por las pobres referencias que tenía. Y te digo que estoy impresionado con la labor de los profesionales que trabajan aquí. Sería beneficioso que un día otros médicos de mi país tuvieran la oportunidad que yo he tenido ahora».

Por eso Kpando salió de su escondida geografía y se conoce más. Porque es un hecho notable el que este grupo de norteamericanos laborara con el anestesista Jorge Luis, la pediatra Sandra, el ginecólogo Miguel y el médico general integral Sergio Rufín, quienes conformaron un equipo multidisciplinario cubano-estadounidense que luchó, día a día, para preservar la salud de los olvidados de este mundo.


lunes, 21 de diciembre de 2015

Juan Manuel, a la derecha, junto a Carlos Zamora.
¡Qué tristeza!

Hoy es el cumpleaños de mi amigo Juan Manuel Herrera y Facebook lo recuerda a sus amigos, algunos de los cuales escriben sentidas palabras mientras mi otro amigo, Carlos Zamora, ha publicado esta foto junto a Juan, y me parece verlo frente a mí, lleno de planes, de esperanza, de vida.

Sesenta años cumple Juan Manuel, y digo cumple porque para los amigos siempre estará vivo, trabajando por la cultura de este país, defendiendo las tradiciones campesinas para no olvidar sus orígenes, con su proyecto La Monedita del alma, llena de muchachos que casi le llamaban padre.

Juan Manuel, siempre pleno y feliz, aun en medio de aquella enfermedad que le golpeaba la cara de dolor cada día, pero que nunca pudo doblegarlo en sus quehaceres de la vida.

Juan Manuel, maestro siempre de todos cuantos nos arrimábamos a él en busca de la realización audiovisual o de la poesía, que lo acompañaba a cada instante.

Juan Manuel, en fin, el amigo y hermano que hace solo nueve meses que se fue sabe Dios a dónde para seguir vivo, porque solo muere quien se olvida y él siempre será recordado. 

Y me permito terminar este sencillo homenaje con lo que escribió Carlos Zamora en su muro de facebook: 

«Hoy cumpliría años mi hermano Juan Manuel Herrera, prematuramente desaparecido. Su amistad y su maravillosa generosidad están en mi recuerdo para siempre y me enorgullece haber contado con él en las buenas y en las malas. Por su memoria voto, confiado en que dejó una familia grande, más allá de la sangre».



Acabo de regresar de La Habana de todos los cubanos, la emblemática capital de la Mayor de las Antillas, con su carga de alegría y entusiasmo, de los contrastes que la hacen bella a los ojos de visitantes y moradores, donde por estos días el frío quiere desplazar al intenso calor de un diciembre sofocante.

Otra breve estancia en la bella ciudad cubana es motivo de alegría por encontrar a la capital con sus desafueros por esa vida rápida que imponen las grandes urbes, la gente riendo feliz y buscando una buena película después del Festival de Cine Latinoamericano; otros en Coppelia, algunos por sus barrios, otros en sus centros laborales o de estudio; pero todos, o para decirlo mejor, la inmensa mayoría, en busca de este país apacible, hermoso, lindo, que cada mañana incita a encontrar el mundo mejor por el que luchamos cada día.

Anda feliz La Habana, esa que ahora se moja a intervalo por los frentes fríos que no traen bajas temperaturas, solo agua, aunque esa lluvia de momento, como por tramos, no es capaz de apagarla ni detener la vida agitada de la capital, que sigue rauda y segura hacia el futuro, ya casi despidiendo el 2015, para entrar en una nueva etapa de metas y entusiasmo en esa Habana mezclada de toda Cuba, por donde caminan varias generaciones de todo el país, porque aunque algunos se empeñen en negarlo, La Habana sigue siendo de todos los cubanos.


domingo, 20 de diciembre de 2015

Esta es una foto que publiqué hace un año en Facebook.

Es una bella muchacha que sorprendí en plena comunicación telefónica, en la ciudad de Las Tunas, capital de la provincia de igual nombre, a unos 700 kilómetros al este de La Habana, donde nací y vivo plenamente.

Nunca supe quién es ni como se llama, y ni siquiera la he visto otra vez.
Fue una mañana de domingo, si mal no recuerdo, cuando pasaba a una distancia de unos 20 metros y la vi en el teléfono público que está en una esquina.

Su figura me llamó la atención no solo por su belleza física, sino por la pose descansada durante una conversación que parecía ser muy grata, y de lo demás se encargó el zoom de mi cámara Nikon.

Un tiempo después, esta imagen formó parte de una exposición personal bajo el título Mujeres al pasar, que recoge las más diversas figuras femeninas sorprendidas en la cotidianeidad de la vida diaria.

Gracias a FB por recordarme esta publicación.


Cuando se habla de las artes plásticas en la provincia de Las Tunas, el nombre de Pedro Escobar emerge por sí solo y con la fuerza endógena del talento, porque su trabajo y su obra desde que se graduó de escultura, van dejando una estela de calidad, que se corona en sus formas tridimensionales a escala urbana.

Pero no es solo en la escultura que se desarrolla este hombre sencillo, siempre presto a una idea renovadora, a un concepto que haga pensar al espectador, porque desde la docencia, su otra gran pasión, ha ayudado a formar a decenas de jóvenes artistas que hoy comparten con él las formas y los colores, con el orgullo que emana de quienes se dedican a la enseñanza de los demás, como un acto de infinito amor.


Pedro Escobar es recordado de manera sistemática porque sus esculturas siempre están expuestas por ser, en una buena parte a escala urbana, y quien contempla al Quijote que resguarda el paseo de la ciudad de Puerto Padre, no puede tener dudas de que se está ante uno de los grandes de la plástica en Las Tunas.

Es este un artista que no está quieto en sus ideas creativas, y siempre que alguien le deja entrever un proyecto en el que puede dar su aporte, allá va su pasión y su talento para convertir la idea en forma y la forma en arte del bueno, de ese que perdura hasta el fin de los tiempos.

De manos prodigiosas en la creación de las formas, Pedro es de los que gusta enrumbar su trabajo hacia los retos, las metas difíciles y las obras que pueden llegar a ser emblemáticas, y le fascina el mármol por su fuerza a la que se debe domeñar, pues cualquier pedazo de su blanca consistencia se interpone ante el corte del artista, con su empeño en lograr formas bellas y duraderas.

Y quizás por eso no deja de participar en las bienales de escultura de Las Tunas, la ciudad que lo acoge como a uno de sus mejores hijos, porque sencillamente sabe de su mano y su empeño para hacerla más bella, y la escultura siempre se levanta impetuosa después de un dibujo en el cual se vuelve precisión cada trazo, cada corte en busca del todo final.

Por ello no se puede escribir la historia de las artes plásticas de Las Tunas sin el nombre de Pedro Escobar, pues se lo ha ganado con creces con su obra creativa, tanto en las formas como en la docencia, en la cual ofrece todo su conocimiento, porque sabe que ahí también está lo perdurable, eternamente bello.



viernes, 18 de diciembre de 2015

El día que la mamá de Damayanti Mena corrió con ella para hacer la matrícula en la escuela vocacional de arte El Cucalambé, de la provincia de Las Tunas, quizás no tenía conciencia de que su hija llegaría lejos en la escultura, porque aun sabiendo que tenía algún talento, en su mente había cierta duda de que se convertiría en una de las artistas de la plástica más importante del territorio.

Y así, a medida que avanzaba el curso escolar y la pequeña dejaba boquiabiertos a todos con las formas salidas de sus manos, su madre sintió el orgullo en la epidermis, y dirigió todos sus esfuerzos en la formación de su hija, con la mirada puesta en la Academia profesional de Artes Plásticas, a la cual ingresó y de la que salió graduada tras una estela de buenos recuerdos, pero sobre todo, de una hoja de servicio envidiable como alumna.

Después, ya de profesional, la casa de cultura Tomasa Varona conoció de su empeño por enseñar a los demás, y ella, orgullosa y altanera, poco caso le hacía a quienes desdeñaban su labor como instructora de arte, porque ese tipo de instituciones no son bien miradas por algunos profesionales del arte, que ven en ellas centros de poca valía, y sin embargo ella se siente feliz de su trabajo allí, como para demostrar que se puede tener una obra de probada calidad y enseñar a los aficionados todo cuánto se sabe de la academia.

Impresionan las esculturas de Damayanti, siempre hechas bajo conceptos renovadores, y con la mirada puesta en los más difíciles temas en los que casi siempre está el protagonismo de la mujer, porque sin llegar a ser una feminista, defiende su género con el cincel y el martillo, moldeando las formas que se erigen en defensa de las féminas.

Como graduada de escultura esta artista mantuvo mucho respeto por la pintura, y la distancia se interponía, pero un día, sin amilanarse por el consejo de un reconocido pintor que ponderó su obra como escultora y la conminó a alejarse de las formas y los colores, comenzó a dar sus trazos, y con la exposición Fabulaciones lúdicas dejó a todos asombrados por la maestría alcanzada, siempre con la mujer por delante en su lucha por abrir los caminos de la vida.

Hoy, con un poco de experiencia y mucha más sabiduría, la pintura es como un hobby, y la escultura tiene que reconocer sus prodigiosas manos, capaces de crear formas espectaculares en busca del concepto preciso, de la idea exacta que lleve al espectador hacia sus propuestas siempre renovadoras.

De ahí que Damayanti camine a la sombra de su obra, convertida en una artista plástica en el más amplio sentido de la palabra, siempre en la búsqueda de una idea que la haga feliz para hacer felices a los demás, y con la figura femenina como protagonista de sus formas tridimensionales o sus cuadros, que muestran al espectador la verdadera historia de sus manos.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Hoy, 17 de diciembre se cumple un año de que Gerardo Hernández Nordelo, junto a Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez regresaran a Cuba para completar la liberación de Los Cinco. Por ello me complace publicar esta entrevista con Gerardo, sin dudas, el del caso más complicado por el ensañamiento y estar condenado a morir en la cárcel. 
-Vamos, monta.
Gerardo Hernández Nordelo me invita a subir al vehículo que lo traslada de un lugar a otro para cumplir los múltiples compromisos que tiene diariamente. Estamos a la salida del Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde acaba de participar en un panel sobre el aniversario 70 de la entrada de Fidel Castro al centro de altos estudios, y después de tomarse decenas de fotos con los estudiantes, con la mayor paciencia del mundo, se dispone a seguir con su itinerario del día.
Desde su llegada a Cuba hemos hablado por teléfono en varias ocasiones para concretar la entrevista que pactamos por correspondencia, cuando él estaba preso en California. Y desde entonces he alimentado la idea de dialogar con el Héroe, pero sus compromisos desde que llegó a Cuba lo han impedido.
La semana anterior habíamos acordado vernos en este viaje mío a La Habana y pactamos la entrevista para el día anterior. Ya por la noche, casi a las 10:00, me había llamado por teléfono para decirme que llegaba a la casa a esa hora.
-Mira, Nápoles, mañana, a las 9:00 estoy en el Aula Magna de la Universidad, allí nos vemos para ver qué hacemos –me dijo.
Y a las 8:50 el Héroe llegaba al recinto universitario, y un abrazo selló nuestro encuentro físico por primera vez, aunque al parecer nos conocíamos de toda la vida.
Terminada la actividad, y ya dentro del vehículo me espetó:
-Esta es una entrevista sobre ruedas porque el tiempo no me da –y eché a andar mi grabadora para captar cada palabra de un encuentro dilatado, pero que al fin se hacía realidad.
- Los primeros 17 meses de cárcel deben haber sido los más difíciles no solo por estar en el hueco sino por ser los primeros. ¿Cómo enfrentas esa etapa?
«Los primeros meses nos enfrentamos a la angustia no solo de la prisión y a las vicisitudes físicas, sino también al hecho de saber que de cierto modo la misión había fracasado, el peligro que representaba no solo para nosotros sino para las personas de las cuales no sabíamos su destino, las tareas que habían quedado inconclusas, lo que eso representaría para Cuba desde el punto de vista de la agresividad de Estados Unidos a partir del descubrimiento de nuestra red, y desde el punto de vista personal cómo la familia acogería la noticia, a lo que se sumaban las condiciones de aislamiento total. A mí en Lompoc, me metieron en lo que ellos llamaban la caja, un sótano debajo del hueco; 10 celdas de total aislamiento.
«Si tienes en cuenta además, que en nuestra profesión si te cogen te jodiste porque no puedes decir que eres cubano ni que trabajas para Cuba, imagina la angustia de pasarnos meses sin aceptar nuestro origen, sin tener contacto con la familia, y aunque estábamos dispuestos a enfrentarlo no te puedo negar que era una gran angustia. Después fue más llevadero el castigo porque ya éramos Los Cinco, nos conocían en Cuba y el mundo y nos apoyaba la solidaridad».
- En una entrevista con Adriana hace ya 10 años, me contaba lo difícil que había sido la despedida de ustedes. Háblame un poco de la despedida cuando te ibas a cumplir tu misión.
«Bueno tú sabes que las mujeres tienen un sexto sentido y aunque Adriana no sabía a lo que yo iba, ella percibía algo raro en el ambiente. Aquella despedida fue dura, porque éramos jóvenes, estábamos disfrutando nuestros primeros años de casados, habíamos aplazado la maternidad, primero cuando fui a Angola, después para terminar mi carrera, después la de ella, y ya estábamos listos para procrear.
«Pero en ese momento asumo la misión y conversamos de eso. Una opción era tener un hijo que ella prácticamente lo criara sola, y decidimos que no sería la opción más correcta porque los dos queríamos disfrutar de ese privilegio y volvimos a aplazarlo, yo pensando que nuestra misión sería de unos pocos años.
«Pero si bien ya nos habíamos despedido una vez para ir a Angola, aquella despedida tenía otra connotación, y se podía respirar un ambiente de tristeza. Incluso yo llego al carro y después de estar sentado me bajo y la vuelvo a abrazar, y mira cuántos años pasamos sin vernos».
- El arresto. Ya cuando te arrestan, fue algo inesperado o tuviste una luz sobre eso, o una sorpresa, ¿cuál era tu expectativa una vez arrestado?
«En un trabajo como el de nosotros la posibilidad de que te arresten o incluso de que ocurran cosas peores siempre está latente. Después de ocurridos los hechos uno se da cuenta de que había algunos pequeños indicios que dada la preparación que uno tiene le permite notar algo. Pero en una misión con esas características con todas las personas involucradas con toda la complejidad y los tipos de tareas que teníamos nosotros por delante no se aborta por dos o tres detalles o sospechas.
«Te pongo un ejemplo: en el juicio mostraron una foto mirando por un ojo mágico de un apartamento que estaba frente al mío, y yo siempre noté algo raro en ese apartamento por el tipo de personas que vivían, por el tiempo que pasaba cerrado, y a veces bromeaba conmigo mismo y decía aquí enfrente es donde están los servicios y un par de veces miré por el ojo mágico para ver si se veía algo contrario, y una de esas veces me estaban observando y tomaron fotos que por cierto se ven muy cómicas porque el ojo mágico sabes que distorsiona tu imagen, y en el juicio se rieron cuando la mostraron.
«Son cosas de ese tipo que uno va notando, había un viejo supuestamente vagabundo que andaba con un carrito de mercado en las afueras de mi edificio, y siempre vi a ese viejo sospechoso, y aunque no pude comprobar que sea pero después de lo ocurrido no tengo dudas de que era de los servicios de inteligencia. Pero son cosas que son elementos aislados que tú no tomas una decisión a partir de esos elementos aislados, tienes que tener elementos de mucho más peso pasa abortar una misión.
«El arresto fue inesperado, rompieron la puerta del apartamento un equipo Swat. Yo vivía en un apartamento muy pequeño con la cama muy cerca de la puerta, no me dio tiempo ni a sentarme en la cama cuando eso ocurrió, y el resto de la historia tú conoces fuimos conducidos al cuartel general del FBI en La Florida, donde fuimos interrogados por separado».
- ¿Cómo pensabas en Adriana, cómo alimentabas el amor, pensaste alguna vez en desistir de la relación por las difíciles condiciones y sabiendo que estabas condenado a morir en la cárcel?
«Nosotros siempre tuvimos una relación sólida, pero todo pintaba un cuadro bien complejo para mí. Adriana era una mujer joven, que contaba con todo mi respeto y todo mi amor, pero yo desde el principio le hablé de la posibilidad de rehacer su vida, y nadie se lo podía criticar porque era una muchacha joven.
«Claro que la reacción de ella fue de mandarme bien lejos, casi que me mienta la madre, y como ella había dejado clara su intención no tuvimos que hablar más del tema, pero uno debe ser realista y no ser egoísta y poner las cartas sobre la mesa».
- La muerte de Mamucha
«Mi vieja me dolió muchísimo, porque cuando un soñaba con el regreso y la victoria mi vieja siempre estaba en esa foto. En definitiva uno el mayor aliento era saber que tus familiares, amigos y tus vecinos se sentían orgullosos y a mí me alentaba mucho el saber que mi vieja se sintiera orgullosa de mí y siempre soñé que ella viviera el regreso nuestro y el triunfo y no pudo ser. Me dolió mucho no solo por su desaparición física sino por el hecho de que no vivió el día de la victoria.
- ¿Y en cuanto al regreso?
«El regreso se planificó en total secretismo al extremo de que nosotros no sospechábamos nada, fue un juego de ajedrez excelente, una precisión quirúrgica como único se podía lograr, al punto de que cuando a mi me sacan desde el 4 de diciembre de Victorville ni los propios guardias sabían para qué. Y yo mucho menos. Yo sospechaba que era algo muy malo o era algo muy bueno, y terminó siendo algo muy bueno. Aunque para despedirme me tuvieron 11 días en el hueco y creo que eso fue para machucarme y desorientarme.
«Qué te puedo decir. Vivimos los momentos más felices de nuestras vidas, el encuentro con nuestra Patria, nuestro pueblo, nuestros familiares. Fue algo que ocurrió de manera tan atropellada y nos costó adaptarnos a la nueva realidad. Es indescriptible la alegría del regreso».
- ¿El proceso del embarazo?
«Esa fue una operación que se jugó con una delicadeza tremenda, cualquier detallito filtrado hubiera puesto en peligro lo que ocurrió. Cuando nosotros pensamos en esa posibilidad, cuando lo pedimos oficialmente, o sea, cuando partió de mí lo hice como decimos los cubanos para joder, porque ellos estaban molestando pidiendo esto y lo otro, y yo dije, vamos a subirle la parada, vamos a pedirle que nos dejan procrear, pensando en una negativa, y entonces nosotros nos negábamos a lo que pedían. Primero dijeron no, insistimos y no dijeron nada; después que lo estaban valorando hasta que dijeron sí.
«Un día me llaman para hacerme unos análisis de sangre que no se habían ordenado por nadie. Y dije, oh, esto parece que va en serio. En la prisión solo el guardián sabía, ni siquiera el jefe de los servicios médicos lo sabía. Y una madrugada me llevan para otra prisión también en California, donde me tienen en el hueco varios días.
Después me llevan a la clínica, hago la donación y se llevan la muestra. Luego me regresaron a mi prisión y a todos les decía que había ido a operarme un quiste.
«Fueron meses de angustia porque la primera vez que le implantaron los embriones a Adriana no los retuvo, hubo que repetir el proceso e incluso pensamos si valdría la pena todo el sacrificio y todo el trabajo, pero decidimos que sí y lo hicimos de nuevo, y aquí está Gema con nosotros que va a cumplir un año».
- El nacimiento de Gema.
«Cuesta trabajo hasta describirlo, porque date cuenta de que después de todo lo que habíamos pasado, si algún detallito nada más implicaba que algo se retrasara en cuanto a nuestro regreso ya Gema nacía y yo no estaba aquí, y todo hubiera sido diferente. Por supuesto una alegría inmensa también pero no hubiera visto nacer a mi hija el 6 de enero. Cuesta trabajo describirte la alegría de estar allí adentro, cuando le hicieron la cesárea a Adriana y filmé, y vi cuando sacaron a esa criaturita de las entrañas de la madre; los padres saben la sensación que describo, para nosotros fue la primera vez».
- ¿Qué queda hoy de la muchacha de la parada?
Sonríe y los ojos le brillan.
«Queda mucho, aunque somos dos personas diferentes a aquellos jóvenes de entonces, Adriana sigue siendo la misma mujer hermosa de la que me enamoré, con unas cualidades extraordinarias. Para mí más que mi esposa y mi compañera es una gran amiga pero es también un ejemplo de firmeza y lealtad y le tengo una gran admiración realmente. Yo te aseguro que Adriana sigue siendo aquella muchacha de la parada, a la que descubrí la primera vez que la vi cuando yo pasaba y le seguí los pasos, definitivamente impresionado».
- ¿Adriana me contaba que cuando regresaras tú decías que ibas a poner una puerta de hierro para que nadie los molestara los primeros días y se rompieran las manos cuando tocaran?
Ríe a carcajadas.
«Bueno ha costado trabajo poner la puerta –vuelve a reír a carcajadas-. A veces nos quejamos simpáticamente del ritmo que hemos llevado en este año, pero en parte lo entendemos también porque fueron muchos años de lucha de nuestro pueblo y de amigos de otros lugares, y ahora todos quieren un ratico con Los Cinco. Y nuestra misión ahora es aportar en lo posible a este proceso y la decisión es conversar con los jóvenes, con el pueblo, visitando centros de trabajo y estudio, y aportando la experiencia que sea posible si en alguna medida podemos ayudar».
- ¿Después de la prisión crees que eres una mejor persona en sentido general?
«Resulta inmodesto que uno lo diga pero ahora yo me considero un mejor ser humano, porque aprendí a ver la vida de manera diferente».
- ¿El humorismo en tu vida?
«A mí el humor me ha ayudado mucho. Yo recuerdo que cuando estaba en secundaria y en pre, en los análisis de la Juventud o la FEEM, alguien decía: fulano es inmaduro, y en ese sentido pienso que puedo seguir siendo inmaduro, pero siempre me gusta asumir aun las derrotas con cierto optimismo y con cierto humor, sin tomarlo a la ligera, porque no es lo mismo.
«Si nosotros no nos hubiéramos reído en el juicio de los fiscales y los jueces, si no nos hubiésemos reído en el hueco de las cosas que nos ocurrían, no lo hubiéramos pasado con la firmeza con que lo pasamos».
- ¿Tu país?
«Mi país es mi razón de ser. Yo pienso que todo el mundo debe tener un propósito en esta vida. Mi propósito es servir a mi país, siempre lo ha sido, porque cuando vas a la historia este país está en el mapa gracias a personas que lo sacrificaron todo. Modestamente te digo que mi Patria puede contar conmigo porque esa es mi razón de ser. En eso pienso yo cuando me levanto cada día. Yo soy un soldado y estoy esperando la próxima orden».
- El Necio, ¿por qué un himno para ustedes?
«A mí siempre me gustó esa canción, la escuché por primera vez en Miami pero en la calle y siempre me impactó. Después conocí la historia y me pareció una obra maestra de Silvio por haberla compuesto en el tiempo en que la compuso, por haberla estrenado donde la estrenó, y siempre la vi como un himno.
«Ya presos desde mi celda hacia la de René, por la rejilla del aire, le copié la letra y empezamos a tararearla y él empezó a silvarla y así comenzamos a cantarla Los Cinco. Y cada vez que teníamos un momento difícil recordábamos la canción y nos levantaba el ánimo, además de ser la reafirmación de cuál debía ser nuestra postura».
- Finalmente, ¿te consideras uno de los necios de Silvio?
«Pienso que sí, modestamente, porque ser necio en esta coyuntura, en este país, es una cualidad. Y te digo con modestia, pienso que soy uno de los necios de Silvio, creo que Los Cinco lo hemos demostrado».
Se acaba el tiempo. Hace varios minutos que el auto se ha detenido para terminar la conversación porque Gerardo ya tiene otro compromiso que cumplir. Quedan varias preguntas que podrían ser la segunda parte de esta entrevista, lo cual pactamos al inicio de la conversación porque sabíamos que el tiempo no alcanzaría.
Nos despedimos y los dos quedamos complacidos con el diálogo, aunque en mi caso, la satisfacción es infinita, porque es un extraordinario privilegio hablar con un héroe, mucho más, si es uno de Los Cinco.


jueves, 10 de diciembre de 2015

Quien ve por primera vez a Xiomara Maura Rodríguez, enseguida se da cuenta de que esta mujer de mirada perdida y andar pausado, encierra una gran bondad en su pensamiento y actuar de cada día, siempre con una idea para llevarla a sus textos, casi siempre recreados a partir de su Delicias natal y de personajes sacados de la vida real.

Ora poetisa, ora narradora, Xiomara Maura puede desdoblarse en su afán de hacer felices a los demás, y cuando se reúne con sus estudiantes de la Universidad, enseña todo lo que sabe, pero lo más importante, lleva a sus discípulos por los caminos de la literatura.

Aun cuando de momento se piense que ha dejado atrás la poesía para dedicarse a la narrativa, sus novelas se interrumpen de pronto para darle paso a sus versos, porque sus poemas son circunstanciales, y llegan sin avisar, pero con tanta fuerza que es preciso un alto en lo que está haciendo para dejar correr al sujeto lírico, que goza con las imágenes y el lenguaje sugerente de su verbo envuelto en la belleza de los temas femeninos que encarna en su propia piel.

Esta es una mujer que cada día se levanta para buscar la felicidad. Y la encuentra cuando su mente ágil capta un guiño para una novela, un cuento o un poema, y es loable verla siempre acompañada por todo lo que vivió en sus pueblo de placer, o caminando de prisa hacia el sueño de la noche anterior que le dio personajes y escenas, diálogos y versos.

Hay quien no pueda comprender a Xiomara en el momento en que parece estar muy lejos del lugar que ocupa físicamente, pero cuando habla con ella interlocutor, su bondad aparece para confirmar que es por sobre todas las cosas una buena persona, de esas que siempre alegran la vida de quienes pasan por su lado.

De ahí que esta escritora de Las Tunas sea representativa de nuestra literatura, parabién de la cultura de esta provincia.




lunes, 7 de diciembre de 2015

Los que no regresaron hoy están aquí. Siempre lo han estado, desde aquel 7 de diciembre de 1989 cuando volvieron como victoriosos ejemplos a la Patria que los vio nacer.
Esta mañana el pueblo de Las Tunas ha vuelto a rendirle tributo a sus caídos en otras tierras del mundo. Madres, padres, hermanos, hijos, familiares todos junto al pueblo acudieron a la peregrinación desde el parque Maceo, en esta ciudad, hasta el cementerio Vicente García, en una marcha luctuosa, llena de respeto y admiración por los que cayeron.
Fue una mañana llena de simbolismo, de cubanía, de firmeza revolucionaria ante la memoria de quienes dieron la vida por un mundo mejor.




viernes, 4 de diciembre de 2015

La primera vez que tuve conocimiento de Santa Bárbara yo era un adolescente de 11 o 12 años, que me atreví, junto a otros amigos del barrio, a visitar una casa ubicada a una cuadra de mi vivienda, donde todos los días 4 de diciembre hacían grandes fiestas en honor a Shangó.

Por ese entonces yo no entendía nada de aquello que me daba diversión y asombro, al ver a tanta gente alrededor de la Santa, que vestida de rojo con su elegancia de siempre, miraba con atención a todos cuánto le pedían deseos y le echaban flores, dulces, vino, aguardiente, manzanas, canela, en un ritual impresionante que deleitaba a todos, aunque algunos como yo, no entendiéramos nada.


De mi madre escuchaba que Santa Bárbara alumbraba el camino de muchas personas que se apegaban a ella, pero siempre con cierto recelo porque ella creía que las cosas con Shangó eran a partir de la sangre, y yo, como no entendía nada, solo escuchaba con atención todo cuánto me decía mi progenitora.

En aquellos tiempos la Santería o la religión Yoruba no eran bien miradas por muchos cubanos, sobre todo practicantes de otras religiones, y siempre existía una mueca de desdén al referirse a ellos, porque los veían como seres de malos sentimientos.


Hoy, aunque no voy a los homenajes a Santa Bárbara, conozco mucho más de esta guerrera y toda la estela de buenas acciones que aseguran sus seguidores, siempre al lado de su santa, que le abre los caminos y los llena de bienhechora luz. 

Desde mi orilla

Este es mi espacio personal para el diálogo con personas de buena voluntad de todo el mundo. No soy dueño de la verdad, sino defensor de ella. Vivo en un país libre y siento orgullo de ser cubano.

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